¡Es fácil perderse en el mundo de los motores, pero si ya piensa como utilizar un motor neumático, va por el buen camino! ¿Cuál es la próxima etapa? Determinar qué motor neumático corresponde a su necesidad. Para ello, siga este sencillo proceso en tres etapas cruciales para elegir su futuro motor.
A menudo, los motores neumáticos se utilizan en aplicaciones específicas. Es obvio que la primera cuestión que uno debe plantearse para elegir un motor neumático es la siguiente: ¿En qué entorno va a funcionar? Para ayudarle, le presentamos siete aplicaciones típicas.
- > PASAR A LA 2ª ETAPA : Determinar el torque de su motor neumático
- > PASAR A LA 3ª ETAPA : Determinar la potencia necesaria del motor neumático
Por definición, los motores neumáticos son más resistentes a la humedad y más robustos que los motores eléctricos.
La corrosión es el enemigo número uno de las industrias que se encuentran a orillas del mar, de las zonas portuarias, e incluso de los barcos. Con el fin de mantener las válvulas, cabrestantes y otras máquinas utilizados en buenas condiciones, es necesario proteger todo.
A diferencia del motor eléctrico, el cual requiere que se proteja toda su red eléctrica, así como el propio motor, el motor neumático sólo necesita un sistema de filtración y lubricación del aire para que el aire inyectado sea limpio y seco.
Al igual que para la utilización de un motor en zona húmeda, la utilización de un motor en el agua puede corroerlo, pero sobre todo causar grandes riesgos de cortocircuitos.
Los motores eléctricos que funcionan bajo el agua están sujetos a estrictas normas IP encaminadas a regular el nivel de estanqueidad al líquido. Además, en función de la utilización y profundidad deseada, deberá protegerse el motor, así como toda su red eléctrica.
¡Los motores neumáticos siempre contienen seis bares de presión de aire, lo que impide que nunca entre agua en el motor! El hecho de emplear simplemente acero inoxidable para las partes del motor en contacto con el agua y la instalación de juntas resistentes al agua bastará para evitar los riesgos de corrosión.
Se evitan todos los riesgos: ¡se acabó la corrosión en el interior o el exterior del motor y, sobre todo, se acabó el cortocircuito, dado que no existe ninguna fuente de electricidad!
El polvo es un riesgo que existe en numerosos ámbitos y su consecuencia directa es el recalentamiento del motor.
En efecto, el polvo puede obstruir los filtros y las ventilaciones de refrigeración del motor eléctrico provocando un recalentamiento; o bien; el polvo puede entrar en el motor y dañar sus componentes internos.
Esta es la razón por la que nuestros clientes utilizan un motor neumático en esos casos: el aire que llega al motor no es el aire ambiente, es un aire seco, lubricado y limpio. En cualquier caso, un motor neumático no se calienta, porque cuanto más funciona más se enfría.
Con el fin de evitar un recalentamiento del motor eléctrico en caso de temperaturas elevadas, estos motores son de tamaño grande. La mayor parte del tiempo, los usuarios se dan cuenta de que incluso esta técnica no es suficiente, puesto que tiene como consecuencia un aumento considerable de los costes.
Por esta razón, el motor neumático es su mejor alternativa, su motor se enfría conforme se utiliza, bastará con vigilar los componentes utilizados. ¡Juntas y aceite adaptados a las altas temperaturas y eso es todo! ¡Cabe la posibilidad de utilizarlo hasta 130 grados sin sobredimensionado!
Quién dice nuclear dice radiaciones. Y este es el principal riesgo al que se exponen los elementos de los motores eléctricos. Los motores pueden dañarse severamente debido a problemas vinculados a la compatibilidad electromagnética (CEM).
El riesgo de interferencia con las radiaciones es nulo con los motores neumáticos debido a la ausencia de electricidad. Por ejemplo, en la industria nuclear, se recomienda utilizar los motores neumáticos ya que el aire utilizado puede cogerse y expulsarse en una zona no contaminada con el fin de limitar cualquier contagio de los lugares.
Para nuestros clientes que necesitaban motores operativos en “sala blanca” pensamos en los motores de acero inoxidable, sin lubricación, resistentes a las altas temperaturas de esterilización y a los productos de limpieza fuertes. Se mantendrán perfectamente limpios durante la utilización.
Los motores neumáticos no se calientan, no generan chispas, y no requieren la instalación de una red eléctrica protegida. Esta es la razón por la que representan la mejor alternativa a los motores eléctricos en las situaciones ATEX. De hecho, para funcionar sólo necesitará aire filtrado, limpio, seco y lubricado.
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